domingo, 10 de julio de 2011

El Gran Dictador 1940 "



"Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio. No quiero gobernar ni conquistar a nadie. –Si no ayudar a todos si fuera posible–: a judíos, gentiles, blancos o negros. Tenemos que ayudarnos unos a otros. Los seres humanos somos así. Queremos hacer feliz a los demás no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos. La buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso; pero hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empojado hacia la miseria y a la matanza. Hemos progresado muy deprisa. Pero nos hemos encarcelado nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco. Más que maquinas, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, necesitamos tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos exige bondad humana, exige la hermandad universal y que nos una a todos nosotros. Ahora mismo mi voz llega millones de seres de todo el mundo, a millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gente inocente. A los que puedan oírme, les digo: \"No desesperéis\". La desdicha que padecéis no es más la pasajera codicia y la amargura de hombres, que teme seguir el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará, caerán los dictadores, y el poder que le quitaron al pueblo sele reintegrara al pueblo y así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá.

¡Soldados! ¡No rindáis a esos hombres, que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen lo que tenéis que hacer, que pensar y que sentir! Os barren el cerebro, os ceban, nos tratan como a ganado y como carne de cañón. ¡No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres-máquina con cerebros y corazón de máquina! ¡Vosotros no sois máquinas! ¡No sois ganados!¡Sois hombres ¡Lleváis el amor de la humanidad en vuestros corazones ! ¡No el odio! ¡Sólo los que no aman odian, los que no aman y los inhumanos ¡Soldados ! ¡No luchéis por la esclavitud! ¡Luchad por la libertad! En el capítulo diecisiete de san Lucas se lee que el reino de Dios está dentro del hombre, ¡No de un hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres! ¡En vosotros! Vosotros, el pueblo tenéis el poder, el poder de crear máquinas. ¡El poder de crear felicidad! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer esta vida sea libre y hermosa, de convertirla en una maravillosa aventura. En nombre de la democracia, utilicemos ese poder, actuando todos unidos. Lucharemos por un mundo nuevo, digno y noble, que garantice a los hombres trabajo y de a una juventud futuro y a la vejez seguridad. Con la promesa de esas cosas fieras alcanzaron el poder. ¡Pero mintieron! No han cumplido sus promesas. ¡Ni nunca las cumplirán! Los dictadores son libres solo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora nosotros para hacer realidad lo prometido, todos a luchar para libertar al mundo para derribar nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón, un mundo donde la ciencia, donde el progreso nos conduzca a todos a la felicidad. ¡Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos!


http://www.youtube.com/watch?v=he26DAbk3Sw

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